El impacto emocional de las lesiones deportivas

Cuando sufres de una lesión física menor, el camino a recuperarte no afecta mucho en tus actividades de la vida diaria. Por ejemplo, el trabajo, cuidado personal, vida social, etc… Y rara vez, desencadenan un impacto psicológico o un trauma emocional. Sin embargo, estudios demuestran que algunas lesiones físicas mayores pueden llegar a abrumar tanto físicamente como psicológica, cognitiva o emocionalmente a la persona.

En particular, el trauma emocional generado por lesiones deportivas, accidentes automovilísticos, o caídas severas, puede aumentar el riesgo de que una persona desarrolle síntomas y trastornos como ansiedad, depresión, ataques de pánico, enojo/frustración, aislamiento, falta de motivación, insomnio, trastorno de estrés postraumático (TEPT), síndrome de post-conmoción cerebral, o hasta uso o abuso de sustancias nocivas para la salud.

Síntomas emocionales

Además, estudios científicos informan que para algunas personas, incluso hasta lesiones físicas leves pueden desenmascarar problemas de salud mental que incluyen manifestaciones de histeria y reacciones psicosomáticas, debido a las defensas de afrontamiento personal. En general, cuanto más profunda sea la conexión de la personalidad o identidad de un individuo a su forma física y/o capacidad física y rendimiento, mayor puede ser la reacción emocional.

Igualmente, investigaciones en campos de la medicina del comportamiento, psicología de la salud y psico-neuro inmunología, demuestran que la conexión o interacción de mente-cuerpo, correlaciona positivamente y también es causal de la velocidad (tasa) de recuperación de lesiones físicas, así como con el retorno a los niveles funcionales previos a la lesión. 

Además, los síntomas y trastornos mentales y emocionales pueden ser más complicados y exacerbados cuando las lesiones resultan en una pérdida de habilidades y oportunidades como: no poder participar en actividades diarias como el trabajo, estudio, o actividades sociales. Incluso, en casos de tratarse de un atleta, a pesar de haberse recuperado completamente de la lesión, su carrera podría verse en riesgo debido a los factores cognitivos previamente mencionados.

Rehabilitación psicológica

Investigaciones en la psicología deportiva indican que, cuando una persona sufre una lesión física, siempre hay una reacción inicial emocional normal que se genera a partir del procesamiento de la información médica proporcionada por su médico después de ser tratada la misma lesión.

La manera en la que cada paciente responde a esta reacción puede ser muy diferente, más que nada cuando se proponen posibles cirugías o tratamientos más invasivos. Esta secuencia o reacción predecible es diferente en cada persona. Normalmente, sin embargo, en casos no complicados, la respuesta a la lesión tiende a extenderse desde el momento de la misma lesión hasta la fase posterior a la rehabilitación, y en su última instancia, hasta el retorno a la actividad.

Es decir, el proceso de recuperación de estabilidad emocional en promedio dura todo el proceso de post lesión, pre rehabilitación; hasta incorporar completamente la actividad usual.

Es por esto que, los estudios empíricos demuestran que es necesario considerar consultar con un psicólogo clínico, incluso cuando el individuo niega una carga emocional –como suele ser el caso de un atleta deportivo de alto rendimiento.

Factores externos a la lesión

Una suposición común dentro de la literatura sobre las lesiones deportivas, que se refleja cada vez más en el suministro de tratamiento, es que los atletas y no-deportistas difieren radicalmente en la forma en que responden a las lesiones. Por ejemplo, conceptos tomados del análisis del proceso de duelo se aplicaron para explicar el impacto emocional de la lesión deportiva. Los estudios que analizan las respuestas psicológicas a la lesión, argumentan que cuanto mayor sea la inversión psicológica en el deporte y el ejercicio, o en cuanto más comprometida está la persona, mayor es el estrés de la lesión.

Al mismo tiempo, los ya bien conocidos beneficios del ejercicio pueden verse afectados por una lesión, lo cual brinda en sí consecuencias para efectos negativos como la ansiedad y la depresión. 

Sin embargo (y a pesar de los estudios), la suposición de que el impacto psicológico de la lesión está relacionado con la inversión psicológica o fisiológica en el deporte y el ejercicio, ha recibido poco en el estudio formal. Hasta la fecha, solo hay cuatro informes publicados sobre la participación de los deportes como un factor en el impacto de las lesiones. Aunque los resultados de estos estudios indican claramente la correlación y causalidad, difícilmente se puede considerar que la evidencia definitiva que la respuesta psicológica a las lesiones está relacionada a la participación en el deporte y el ejercicio.

Esto porque los medios para realizar los estudios fueron, en su casi totalidad, lesiones hipotéticas en lugar de reales, y en otros casos, se evaluó en momentos considerables después de que la lesión fue sostenida. También, ninguno de estos estudios incluyó evaluaciones repetidas en lugares estándares para así lograr un control de entorno y proporcionar calidad a los resultados obtenidos mediante las pruebas de hipótesis.

Conclusión

En conclusión, la correlación de distintos factores analizados en los estudios anteriores demuestra de manera importante que las respuestas psicológicas a lesiones deportivas así como su impacto emocional se ven altamente afectadas por actividades de naturaleza rehabilitante que el sujeto realiza durante su proceso de recuperación.

Es decir, que es importante para todas las personas, ya sean deportistas o no, comprender y procesar que una breve reacción emocional inicial a la lesión es normal. Sin embargo, las reacciones negativas mencionadas anteriormente son aquellas que empeoran con el tiempo o cuando la gravedad de los síntomas parece excesiva. Para esto, es conveniente consultar con un psicólogo clínico para evaluar su respuesta, y si es necesario, abordar los problemas psicológicos/emocionales para así ayudar al proceso físico de recuperación.