Es una estructura que une la parte inferior del fémur y la parte superior de la tibia. Esta unión permite evitar un desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur, ademas de proporcionar estabilidad rotaciones a la rodilla.

Esta lesión está dentro de las más frecuentes principalmente en futbolistas, esquiadores, basquetbolistas o personas que realizan un giro sobre la misma rodilla.
La ruptura de este ligamento puede ser total o parcial, dando diferente síntomas, como son dolor, sensación de inestabilidad, limitación para las actividades y aumento de volumen.

EL diagnóstico se hace por medio de una exploración de los síntomas y se debe confirmar con una resonancia magnética.

El tratamiento es dependiendo de cada caso y del grado de inestabilidad de la rodilla, por lo general se realiza una reconstrucción de este ligamento para evitar que haya un desgaste de las demás estructuras por la falta de estabilidad en la rodilla.